En el período que estamos estudiando, el territorio conquistado a los musulmanes por los cristianos, fue escaso, básicamente la cuenca del río Duero, pero se hizo necesaria su repoblación, administración y defensa, ya que eran las tierras fronterizas.
- La repoblación consistía en instalar nueva población y poner en cultivo la tierra arrebatada al Islam. Para ello, surgieron dos formas:
- Presura o Aprisio: consistía en la ocupación libre de la tierra por los campesinos, monasterios y nobles, que se convertían así en propietarios de la tierra.
- Cartas puebla: son documentos escritos donde se establecían las normas que debían cumplir los nuevos pobladores, el reparto de las tierras y los privilegios concedidos a quien repoblara esos territorios.
Carta Puebla de la ciudad de Benavente, Zamora |
Fechado en 1167, este documento entregado a la villa de Benavente por el rey leonés Fernando II, contiene los privilegios que se darían a los nuevos repobladores.
Por ejemplo, Fernando II escribe que, con independencia de su origen, los nuevos pobladores, adquirían la condición de vecinos de la villa, dándoles casa, y obligandoles a permanecer en ella durante un tiempo prolongado, debiendo ellos, pagar sus impuestos.
Además se obliga también a todos los vecinos de la villa, varones mayores de edad, a acudir a la hueste real, en caso de guerra o campaña militar. Esta norma general, admitía ciertas excepciones como por ejemplo personas enfermas, ancianos sin familiares varones, viudos recientes... otros conseguían eludir esta prestación mediante el pago de un tributo alternativo, la fonsadera, cuya finalidad principal de origen, era financiar los cuantiosos gastos derivados de las campañas militares.
En suma, estas y otras concesiones, muestran un claro interés por favorecer el asentamiento de nuevos pobladores.
Signo rodado de Fernando II
Otro de los sistemas el de presura, y un ejemplo lo encontramos en el siguiente documento ya transcrito:
La Repoblación de Alfonso I de Aragón.
El sistema de pressura.
“Yo Alfonso concedo esta carta a vosotros cristianos mozárabes, a los cuales yo
saqué con el auxilio divino, del poder de los sarracenos y conduje a tierras cristianas.
Me complace porque abandonasteis vuestras casas y vuestras heredades y vinisteis a
poblar mis tierras, concederos buenos fueros en toda mi tierra, que seáis libres y
francos vosotros y vuestros hijos, en todo cuanto podáis poblar y trabajar en las villas
y términos que yo os daré. Vosotros mozárabes no daréis lezda en todas mis tierras
en los mercados que hagáis, ni haréis hueste ni cabalgada y tendréis todos vuestros
juicios en vuestra puerta. Andaréis libres y seguros por toda mi tierra sin que nadie
os haga daño, pero si alguien os agravia pagará multa de mil maravedís…”
Año 1126
Extraído de Lacarra, J.M., Documentos para la reconquista y repoblación del valle del
Ebro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario